Esas noches en las que todo no nos ha llegado a importar nada. Todas aquellas noches en las que cuando tú me besabas, yo te lo devolvía con dos besos y varias caricias llenas de amor. Todas esas noches en las que mi mundo real no existía, porque lo tenía frente a mí: tu rostro. Noches en las que sólo se podía apreciar el sonido de nuestra respiración y de nuestros ahogados suspiros. Noches en las que sólo se respiraba amor y oxígeno. Aún recuerdo la noche en la cual nuestra piel se conoció por primera vez.
Todas esas maravillosas noches fueron de nosotros. Noches nuestras.
Hola :) me gusta bastante tu blog , te sigo!!
ResponderEliminarTe dejo el mío , ojalá te guste:
http://www.aperfectplacetobehappy.blogspot.com.es/
Un besito!
Gracias :) Ya me paso!
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